La Democracia Cristiana traza en la historia de chile, las grandes líneas de la acción de los cristianos en la vida social y política, promoviendo su participación para realizar el bien común, la justicia social, la solidaridad y la ética.
Nosotros la democracia Cristiana somos un ejemplo de ejercicio democrático, hemos marcado la pauta en los grandes cambios sociales, le dijimos No a Pinochet, practicamos el instrumento de primarias, elegimos a nuestros representantes al concejo municipal, nadie puede quitarnos la dignidad y el derecho a elegir.
Hoy vemos con preocupación, cómo nuestros liderazgos locales esconden la ideología o simplemente la desconocen, ante los acontecimientos de un escenario político mediático, donde es mejor estar con la posición ideológica contraria y guardarnos la falange en el bolsillo, privilegiando los intereses personales en desmedro del interés común.
Nuestro candidato para las primarias presidenciales, Claudio Orrego, se destaca por el ímpetu y el relato solido de sus propuestas, un político con pasión, que no lo avergüenza ser un cristiano y defender los valores de la familia. Nosotros sabemos que Claudio Orrego, es un fiel representante de nuestra identidad partidaria, su trabajo de campaña sobrepasa lo tradicional, la fuerza de su candidatura fluye desde el núcleo de la sociedad cristiana.
El plantea nuestra doctrina, con una visión moderna acorde a los cambios sociales, políticos y económicos del mundo y la sociedad chilena. Esta no es una contradicción, en lo absoluto, puesto que uno puede ser un humanista cristiano, si tiene la conciencia plena que la aplicación de la doctrina al pie de la letra han demostrado ser acciones infructíferas pues todo cambio viene y depende de muchos factores. Si bien, la doctrina, la ideología son el norte que guía y motiva las ideas y acciones, la misma doctrina como esencia demanda que en determinados momentos de la realidad exija cambios, renovar conceptos o aplicar medidas provenientes de otros campos dogmáticos, en vías a realizar el gran objetivo de transformación que sostiene la ideología del “partido”.
Nosotros que dimos la pelea desde la trinchera, en los momentos que fueron verdaderamente difíciles, nunca mostramos arrogancia, ante una sensación de exitismo, a diferencia de aquellos personajes con partidos sin doctrina, a quienes defendimos en el pasado, con hombres como Andrés Aylwin con su activismo incansable a favor de las víctimas de la dictadura.
Tener un líder de nuestro pensamiento de sociedad, es un regalo de Dios, lo reflejan sus propias palabras, “la renovación política nunca ha sido fácil”, “cuando un partido se une tras ideales, tras una lucha con sentido y tras una candidatura, no hay manera de perder”.
Estas primarias, serán una de tantas contiendas electorales en la cual participaremos activamente porque nosotros validamos en la sociedad chilena este ejemplo de democracia participativa, y a muchos de los cuales nos quieren ver sin posición, le demostraremos la fraternidad del voto
Hay que luchar y levantarse una y otra vez con las ideas, hasta que los corderos se conviertan en leones.
Por Renzo Celedón, Contador Auditor, Ingeniero Comercial y Militante del PDC