Hace tiempo que vengo con la idea un poco extrema de no respaldar nada, y con el tiempo he confirmado que no estoy tan equivocado. Mi idea de vivir en la nube comenzó hace 3 años cuando perdí un CD lleno de fotos digitales que había respaldado, ahí me di cuenta de que no tenía sentido hacer respaldos si se me perdían, y tampoco era viable almacenar en cajas lotes de “respaldos” que no hacen más que juntar polvo.
La opción natural que tomé con mis fotos fue comprar una cuenta Flickr Pro y subir todas las fotos que saco en alta resolución. Así junto con respaldar toda esa info la comparto con quien defina en las opciones de privacidad. En la práctica pago 25 dólares al año por almacenamiento ilimitado, no quemo discos, no almaceno cachureos y no me preocupo nunca más de cuidar mis famosos respaldos.
Siguiendo esta misma línea, el año pasado tome la decisión más extrema de no respaldar nada de lo que bajo de internet. Estoy hablando de música, series y películas. La razón es simple, casi nunca veo dos veces una misma película, y si tuviera ganas de hacerlo la vuelvo a bajar. Un amigo me decía que el compraba las películas buenas porque se merecían tenerlas originales, en lo que estoy muy de acuerdo, el problema es el formato. Que saco con comprar una película que me guste mucho en formato DVD si ahora la puedo tener en HD hasta 1080p, y no hablo de comprar el disco, porque ¿cuanto va a durar el Blu-Ray como formato?
Con esto estoy hablando de información, no de formatos ni menos de soportes físicos. Por eso todo esto me lleva a un sólo lugar, a medida que aumenten las velocidades de conexión a internet más vamos a prescindir de todo tipo de disco, CD, DVD, Blu-Ray y hasta disco duro. Y con esto los modelos de negocios van a tener que seguir mutando, en pro del servicio y el contenido, más que el producto. El mejor ejemplo, en mi caso es el iTunes, en donde soy cliente y compro programas para el iPhone, música y videos. Y si por alguna razón formateo mi computador o el iPhone y pierdo los programas, es cosa de apretar un botón y tenerlos de nuevo, porque están en la nube y ya había pagado por ellos.
Este último año me la estoy jugando con Google Docs, más que para producir documentos lo uso para respaldarlos. Google Sync para respaldar mis contactos, delicious para mis favoritos y por supuesto que mejor que Spotify para escuchar toda la música que deseo on demand, sin andar bajando discos ni ocupando espacio en el disco duro de mi computador. Y todo funciona perfecto desde la nube, sólo necesito internet para acceder a todos mis archivos que ya no guardo en un lugar físico.
Pero no todo es perfecto desde la nube, hay cosas que todavía faltan pero ya se están desarrollando, hablo de la cámara digital con WiFi, consola de Juegos con internet y sin unidad óptica, Radio para el auto con internet (aunque ya puedo conectar el iPhone que tiene internet en el auto) y lo que más espero, un LCD HD con internet. Por mientras que esas cosas se terminan de construir y alcanzan un precio accesible, he pensado en que un disco duro externo con conexión ethernet solucionaría este tipo de problemas y centralizaría el contenido que quiero acceder desde cualquier computador de mi casa, ¿y por qué no? Desde cualquier lugar de la red.
Hay que asumirlo, vivimos en el futuro de la información descentralizada, en donde más que un sistema operativo online (como hay varios) accedemos a la información contenida online desde diferentes fuentes y medios. El problema es qué pasaría si Google u otro gigante dejan de funcionar? pero quizás esa sea otra discusión.