Ayer, La Tercera dio a conocer la historia de Cristian y Rodrigo, una pareja que lleva una relación de 19 años, y que en agosto de 2020 adoptaron a tres hermanos biológicos entre sí que residían en el Sename. Y aunque hoy entró en vigencia la Ley de Matrimonio Igualitario, la que supuestamente les permitiría formalizar el reconocimiento de su familia como tal, ahora tienen más dudas que certezas acerca de sus derechos y los de sus hijos.
«Las leyes siempre tienen detalles. Lo que entendemos de la ley de matrimonio, hasta este momento, es que beneficia a los hijos de padres biológicos. En nuestro caso, la ley no estaría contemplando a los hijos adoptados», dice Cristian, quien lamenta la segregación que sufren los niños que están en la condición de sus hijos.
Desde la Fundación Iguales, hoy les plantearon que los dos puedan ser padres de sus hijos ante la ley, Rodrigo tendría que iniciar un proceso de adopción. «Es un absurdo que tenga que iniciar un proceso de adopción para adoptar a sus propios hijos», observa el periodista de profesión. Y añade que «eso es una muestra más que la adopción, y principalmente los niños del Sename, no adscriben finalmente a los mismos derechos que los otros niños».
Adopción y matrimonio para todos por igual
Cristian, quien lleva 17 años trabajando como periodista para la Municipalidad de Maipú, dice que el matrimonio y la adopción son derechos tratados por separado en la ley y que quieren buscan concretar ambas aristas para poder formar una familia que el Estado valore de la misma manera que a las demás.
«El proceso para adoptar en el Sename fue súper expedito. La gente de la institución nos explicó que finalmente la ley era la mala». Y es que para poder adoptar, la pareja tuvo que anular un Acuerdo de Unión Civil, pues se les prohibía adoptar como pareja. De ese modo, Cristian firmó como padre legal de los tres niños.
«Antes de la entrada en vigencia de esta ley, Rodrigo no podía ser apoderado de curso. O no los podía pasar como carga. Si terminábamos como pareja, los niños no podían demandar por pensión alimenticia. Había una serie de discriminaciones por parte del Estado. Estábamos considerados como familias de segunda categoría y nuestros hijos no tenían los mismos derechos que cualquier otro niño«, concluye el periodista, aunque observa que los hijos adoptados aún con la nueva ley no tienen los mismos derechos que los biológicos
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