Este miércoles, la Policía de Investigaciones (PDI) dio a conocer un intenso procedimiento en la capital, el cual tuvo por objetivo desbaratar al mayor proveedor de fuegos artificiales, los que se comercializaban principalmente entre bandas de crimen organizado y barras bravas.
Según los antecedentes, el líder de la agrupación -que sería un conocido empresario de gran patrimonio- importaba los artículos pirotécnicos desde China y luego los distribuía en sus locales de Barrio Meiggs.
Además, funcionaba un sistema de almacenaje en diferentes comunas, incluyendo Maipú, desde donde también se enviaban paquetes de los productos a regiones como encomienda sin ningún tipo de seguridad.
Tras el operativo, se allanaron varios domicilios desde donde se decomisaron 7 toneladas de fuegos artificiales y hubo al menos 10 detenidos, quienes pasarán mañana a control de detención por infracción a la Ley de Armas (fuegos artificiales), asociación ilícita y lavado de activos en el Juzgado de Garantía de San Bernardo.