Nuestra constitución local como grupo humano que vive esta zona de la ciudad, llamada popularmente como sector poniente adolece del paternalismo que siempre se ha reservado una elite que no habita entre nosotros y nosotras para configurar nuestras vidas en diversas
dimensiones, nuestro sistema educacional, nuestras obras públicas, incluso nuestros propósitos políticos.
Continuamente recurrimos a conceptos, ideas reproducidas e incluso dirigidas a partir de las concepciones posicionadas por una élite que probablemente poco conocemos, pero validamos con nuestros actos y discursos. Quizás no digo nada novedoso con eso, pero si logro hacer que esta afirmación se convierta en una reflexión, y a la vez, en una acción creo que llegaremos muy lejos.
Buscar un camino propio para nuestra realidad local, del sector poniente y nuestra comuna de Maipú es lo que he querido nombrar «pensamiento poniente» y deseo comentarles por qué es importante. Pensar desde el poniente significa considerar la posibilidad de construirnos desde este foco que es el lugar donde estamos viviendo nuestras vidas materiales, desde nosotros y nosotras como localidad y sus habitantes.
Pensar que lo posible puede ser alcanzado en nuestra localidad y no remitiéndose a los espacios territoriales de la élite (en un amplio sentido), en los cuales se han levantado las reglas vigentes y que nos configuran actualmente. Concretamente, esto significa el desarrollo material, social, económico, intelectual y personal en base a nuestras propias necesidades y visiones.
Es una micro descolonización desde el centro hegemónico más próximo.
El pensamiento poniente es identidad cultural propia, es nuestra historia y la reflexión local como elemento central para configurarnos desde nosotros y nosotras mismas.
Debemos comprendernos en nuestras necesidades y posibilidades para buscar construir un mundo que nos sea más justo, si no nos comprendemos, ¿cómo configuramos nuestra realidad?
Lo que acá digo no son elementos abstractos y deseo comprobarlo, acaso nosotras y nosotros hemos definido las autopistas que cruzan nuestra comuna? ¿Acaso nuestras autoridades locales y legisladores son todos vecinos que han forjado su historia en la comuna?, ¿son sus vecinos? ¿Dónde están los edificios de las instituciones estatales, las
sedes nacionales de nuestros partidos políticos, los edificios corporativos de las grandes empresas de este país? ¿Y donde se ubican los centros de pensamientos?
Todos estos casos habitan desde el centro de Santiago hacia más el oriente. El pensamiento poniente se debe posicionar frente al centro administrativo y económico del sistema que es el oriente, pero no construyéndose desde la contrariedad, no en función de este, sino como alternativa natural basado en la pertinencia territorial como característica
que lo haría preferente ante las propuestas externas.
Si queremos ser capaces de poner por delante nuestras necesidades tendremos la misión de construir localmente una masa crítica pensante y no elitista al servicio de desarrollar nuestra propia idea de lo que necesitamos y debemos vivir.
El pensamiento poniente es independencia cultural y desarrollo local.
Pero como toda idea política, requiere elementos que la hagan posible, también debemos esforzarnos por desarrollarnos económicamente, movilizar y apoyar las actividades económicas locales.
Y a la vez debemos trabajar por descubrir esta identidad en discusiones locales de las más amplias áreas del conocimiento y pensamiento humano, a nuestra forma, desde nuestra realidad y vida.
Mi invitación es muy simple, seamos conscientes desde nuestra propia
realidad y abordémosla dando un paso adelante desde la demanda hacia una entidad política central.
Muchas veces le hemos demandado algo a otros, y si bien no todas las soluciones están en nuestras manos, si hay muchas cosas que pueden depender de nosotros mismos, ejemplos concretos son las elecciones de nuestras autoridades (votar siempre local o incluso liderar y apoyar proyectos locales); en materia medioambiental, muchos por nuestra cuenta podríamos ya reciclar sin que exista una ley; en materia cultural tenemos una característica histórica que nos reafirma y en materia de conectividad es el sector poniente el que abre este país al mundo (aeropuertos, carreteras a los puertos más importantes de Chile).
Hemos estado por muchos años respondiendo a proyectos que vienen desde otros lugares, a políticas que diseñaron e implementaron otros pero a nosotros nos afectan, comencemos hoy a proyectarnos desde el poniente, comencemos a crear nuestro camino local para vivir mejor, es mi invitación abierta.