Este lunes 12 de febrero, el alcalde Tomás Vodanovic mostró el avance de las obras de mejoramiento y la instalación de un sistema de filtro de la Piscina Municipal de Maipú, proyecto que pretende a estar finalizado en marzo. En este contexto, La Voz de Maipú invita a revisar algunas fotos y recuerdos de sus primeros años.
La construcción de la Piscina Municipal inició en 1949, bajo el mandato del entonces alcalde José Luis Infante, quien habría pagado con sus propios recursos este proceso, según se cuenta, y habría trabajó un gran número de maipucinos de la época en esta tarea, siendo su primer administrador Carlos Brito. Ernesto García, otro de los nombres que se rescatan, proveyó la arena, ripio y cemento.
Según el relato histórico, la construcción de la piscina de 50 metros de largo y 25 de ancho fue un trabajo manual que duró varios meses bajo el sol abrasador. En el último día de construcción, José Luis Infante decidió celebrar con los trabajadores y les ofreció la oportunidad de estrenar la piscina. Sin embargo, cuando la llenaban de agua, se escucharon crujidos y grietas comenzaron a aparecer en el fondo. El agua se escapó y comenzó a fluir desde el cerro hacia Pajaritos, hasta llegar a Chacabuco.
Después de este incidente, la construcción de esta tuvo que reiniciar y finalmente fue inaugurada en 1951.
Los datos que aquí se relatan provienen del libro Brochazos y pinceladas de un maipucino antiguo (tomo 1 y 2). Entre las primeras escenas tras la apertura de la Piscina Municipal se encuentran Mario y Marina Isota, dos hermanos que trabajaban los fines de semana sacando fotos a la gente que llegaba a disfrutar del espacio. A veces discutían porque el hermano olvidaba el rollo de la cámara. También aparecen los primeros salvavidas, Ramón López y Manuel Campos, este último conocido como Chocolito debido al tono de piel bronceado.
En el lugar se realizaban varias competencias como waterpolo, ballet acuático o saltos ornamentales. Entre algunos de los hechos lamentables recordados en este contexto estaba el accidente que sufrió un vecino al saltar desde una de las torres, quien cayó afuera de la piscina, y conllevó a que se retirará la torre de salto.
Afuera del lugar, las hijas de la familia Correa Mendoza vendían pan amasado, preparados por su madre Elba Luisa Mendoza Ramos. Uno de sus clientes más frecuentes era el mismo José Luis Infante.
Volviendo al presente, cabe recordar que en el verano de 2022, la municipalidad anunció que esta piscina no estaría abierta para el público “con el fin de regularizar las normas sanitarias, cuidar nuestros recursos hídricos y proteger la salud de nuestras vecinas y vecinos”.
La piscina tiene una capacidad de 3.000 metros cúbicos de agua que debía ser rellenada de manera manual cada dos días debido a que no tenía ningún método de filtración. Esto se consideraba un gran derroche frente a la crisis hídrica.
En agosto de ese mismo año, el actual alcalde Tomás Vodanovic anunció que se realizaría una inversión de más de seiscientos millones para habilitar la piscina municipal. “Empezamos a tocar puertas en el Gobierno Regional, a empresas privadas y desde el Ministerio del Deporte, la ministra y la subsecretaria fueron las primeras que entendieron el impacto de este espacio para las familias maipucinas,” afirmó.
“No me cabe la menor duda que vamos a tener una piscina municipal con características que nos van a permitir no solamente desarrollar todo lo que es la natación a nivel comunitario, a nivel social, sino que también de alto rendimiento”, agregó la exministra del deporte, Alexandra Benado.