Un reciente informe realizado por la Fiscalía Nacional Económica (FNE) reveló la existencia de «espacios en el mercado fúnebre que no se encuentran funcionando de forma adecuada desde el punto de vista de la competencia, lo que estaría provocando que las condiciones comerciales a las que pueden acceder los consumidores no sean las óptimas”.
Así, se apunta a lo poco transparente de este mercado, que las personas toman en un momento de alta vulnerabilidad emocional tras la pérdida de algún familiar o ser querido.
La industria fúnebre mueve millones de dólares cada año, y, tal como se evidenció en un reportaje emitido por CHV Noticias, cuenta con características particularmente costosas: manijas italianas, servicios con autos de lujo, coros y cafeterías para el velorio del difunto.
Así, los servicios funerarios se han convertido en un mercado cada vez más costoso que se transforma en una deuda impostergable para quienes quieren darle una sepultura digna a su ser querido.
El estudio de la FNE asegura que el mercado fúnebre se ha convertido en un mercado concentrado y poco transparente. De hecho, luego de haber realizado el estudio, desde la FNE entregan recomendaciones precisamente para aumentar la transparencia en beneficio de la ciudadanía.
Hernán Calderín Ruiz, presidente la Corporación Nacional de Consumidores y Usuario (Conadecus) explicó para CHV que «para algunas familias es inalcanzable (morirse en Chile), tiene que recurrir a la seguridad social, a que los municipios le aporten para poder hacer la sepultura de su familia o simplemente la solidaridad de los vecinos».
Según se expuso en el reportaje de CHV Noticias, en Chile cada año mueren cerca de 120 mil personas, por lo que el mercado fúnebre siempre está con alta demanda.
El medio mencionado consignó que los servicios contemplados en el mercado fúnebre, que contemplan, en general, ataúd, velorio, traslado, funeral, en ciertos casos los valores pueden superar los 5 millones de pesos.
Asimismo, el «desde» puede acercarse a los 750 mil pesos, pero el promedio siempre es más elevado. Además, este valor es sin considerar lo que se debe pagar posteriormente en cementerios, por el servicio de sepultura o cremación.
El informe reveló que el gasto promedio de un funeral completo sería de 2.345.745 si el destino fuese una sepultura, y de 2.146.425 si el destino fuese una cremación.
Cabe señalar que todos estos servicios deben tomarse en cuestión de horas, por lo que probablemente, al momento de firmar con cualquier funeraria o cementerio, la persona se mantiene en un estado de vulnerabilidad emocional por la reciente pérdida.
El presidente de Conadecus apunta a que todo esto «tiene que ver con la falta de transparencia que tiene este mercado, que es algo oscuro y extraño por las circunstancias en las que se da, que es cuando fallece una persona y la familia está muy afectada».
Y, de hecho, lo que motivó a la FNE a realizar el informe y las posteriores recomendaciones fue la sospecha de acuerdos entre funerarias y cementerios.
Si bien en Chile existe cuota mortuoria y asignación por muerte, la que va entre 500mil y 700 mil pesos. Sin embargo, incluso los precios de los cementerios generales, que suelen ser más baratos, exceden aquél monto.
El escenario es complejo, donde el sentimiento de muchas familias es tener que endeudarse para que su ser querido sea despedido con dignidad. Y, de hecho, a veces endeudarse ni siquiera es suficiente, ya que muchas veces los cuerpos de las personas son llevados a fosas comunes cuando la familia no puede seguir pagando el cementerio.
Dentro de las conclusiones a las que se llegó con el informe, se pudo dar cuenta de que existe un amplio margen para modernizar este rubro en beneficio de las personas.
Manuel Pavez, parte de la Asociación Dueños de Funerarias de Chile, se defendió argumentando que «ese mercado se regula solo, la fiscalía tomó mal esto, van y se centran en informes de empresas que de por vida han demostrado un no apego a la ley, sino que apego a las cosas a las que ellos pueden sacarles partido por ser una institución más grande».
Sin embargo, distinto opina Calderón, asegurando que este «mercado necesita una regulación, nosotros lo que hemos propuesto es que haya un observatorio de precio, tendríamos un lugar donde estén alojadas las ofertas con los servicios y la calidad de loa servicios en una sola plataforma».
Y, de hecho, en el parlamento ya hay una iniciativa que busca transformar el código sanitario a fin de imponerle cargas a las funerarias y cementerios particulares en favor de la comunidad.
Así, el proyecto que busca convertirse en ley tiene como objetivo que las casas funerarias particulares ofrezcan un servicio que cubra económicamente un equivalente al monto de la cuota mortuoria que establece el artículo 88 del decreto ley 3.500.
Además, la iniciativa obliga a los cementerios a que cuando un cuerpo es inhumado en una fosa común, debe consignarse su nombre, apellido y fecha de nacimiento y muerte, asegurando aunque sea mínimamente una dignidad de trato.
Con las recomendaciones que hace la FNE al poder ejecutivo, se podrían ahorrar cerca de 30 mil millones de pesos al aplicar algunos cambios al código de cementerios.
Si quieres revisar las recomendaciones específicas entregadas por la FNE, puedes hacerlo dando click acá.
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