Durante esta jornada se ha viralizado la polémica que generó el último lanzamiento de Pagana: una colección inspirada, ni mas ni menos, que en la construcción de campamentos.
Se trata de un emprendimiento de «moda circular» fundado por las ingenieras comerciales Isidora Azolas y Sofia Lillo, quienes trabaja con mujeres, precisamente, de un campamento de Maipú, en un taller de costura insertado en el lugar, cuyas prendas se venden en una tienda en Providencia por precios desde los $24.990 (tops) hasta los $44.990 (jeans).
El diseño en cuestión es de la autoría de Josefa Lavanderos, quien en un video que inicialmente se encontraba en las plataformas sociales de la tienda y posteriormente fue bajado, explica cómo nació la idea.
«Pagana es un gran inicio a la revolución de la moda, creo que es el camino por donde tenemos que ir y también es un muy buen comienzo para apoyar el comercio local», relataba la joven.
«Me inspiré en las formas que tienen las viviendas en los campamentos y las diferentes composiciones cuando se unen en planos. Eso también con un poco de propósito para mostrar lo que está tras Pagana», continuó.