Un equipo médico de la Universidad de Maryland en Estados Unidos comunicó al mundo que realizaron con éxito el primer xenotrasplante de corazón de cerdo a un ser humano.
David Bennett, ciudadano estadounidense de 57 años ha sido la primera persona a la que se le ha trasplantado un corazón de cerdo modificado genéticamente. La cirugía realizada por un equipo médico de la ciudad de Maryland en Estados Unidos, representa un hito en la historia de la medicina.
El paciente padecía de varias patologías y comorbilidades que lo inhabilitaban como candidato para recibir un corazón nuevo de otra persona. Le comentaron que existía otra novedosa alternativa: someterse a un primer trasplante experimental de un corazón de cerdo modificado genéticamente, al cual el paciente aceptó libremente.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) autorizó la cirugía debido a que David se encontraba desahuciado médicamente. Han pasado un par de días y hasta el momento el paciente no ha rechazado el órgano y el corazón late con normalidad en el tórax de Bennett.
La historia de Bennet
Según mencionó el New York Times, durante 1988, David Bennett fue condenado a 10 años de prisión por apuñalar 7 veces a un hombre llamado Edward Schumaker. La víctima quedó en silla de ruedas hasta el día de su muerte en 2007.
La hermana de la víctima, Leslie Schumaker manifestó que su hermano «nunca tuvo una segunda oportunidad en la vida. Él luchó todos los días durante 19 años. Nadie merece lo que pasó”, y agregó que “el trasplante le dio vida”, respecto a Bennett.
Leslie comentó al medio británico BBC, que se enteró de la noticia a través de un mensaje “mi segunda hija me envió un mensaje de texto y dijo: ‘Mamá, este es el hombre que apuñaló al tío Ed’. Luego leí la historia y me enojé porque él había recibido el corazón”. Además agregó que los medios de comunicación han mostrado a Bennett como un héroe cuando no lo es “están poniendo a Bennett en las historias como si fuera un héroe y un pionero, pero no es nada de eso (…) creo que los médicos que realizaron la cirugía deberían recibir todos los elogios por lo que han hecho, no el señor Bennett”, finalizó.
De todas formas, el pasado delictual de David Bennet no fue un impedimento para ser candidato al xenotrasplante. “Es la obligación solemne de cualquier hospital u organización de atención médica brindar atención vital a cada paciente que entra por sus puertas en función de sus necesidades médicas”, explicaron los profesionales de la salud del Centro Médico del Hospital de Maryland.
“Cualquier otro estándar de atención daría un precedente peligroso y violaría los valores éticos y morales que sustentan la obligación que los médicos y cuidadores tienen con todos los pacientes bajo su cuidado”, finalizaron.
Los xenotrasplantes
Los xenotrasplantes comenzaron a ser populares en 1980, sin embargo, pasaron muchísimos años para que la ciencia volviera a considerar a estos trasplantes como una opción. Uno de los primeros xenotrasplantes se realizó a Stephanie Fae Beauclair en California, EE.UU. Stephanie era una recién nacida la cual recibió un trasplante de un corazón babuino y murió después de tres semanas debido a que su sistema inmunitario rechazó el órgano.
Desde entonces la ciencia solo realizó experimentos de trasplantes entre animales, como por ejemplo, entre cerdos y primates con una supervivencia de meses e incluso años.
El xenotrasplante a Bennet no ha sido el único. Durante el 2021 en Nueva York, se trasplantó con éxito y por primera vez un riñón de un cerdo modificado genéticamente a una paciente con muerte cerebral. Este fue conectado a la circulación sanguínea de la mujer y no se generó rechazo al órgano, ya que este funcionaba y producía orina.
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La genética de los cerdos
Los órganos de los cerdos tienen un tamaño similar al de los seres humanos. Además, estos animales poseen una fisiología y un metabolismo también muy parecido a nosotros.
El corazón que se utilizó para el xenotrasplante deriva de un cerdo transgénico que ha sufrido hasta 10 modificaciones genéticas las cuales permiten impedir o limitar el rechazo del órgano animal trasplantado. En este cerdo coinciden cuatro genes porcinos inactivados y seis genes humanos añadidos a su genoma. Entre los genes eliminados se pueden mencionar dos: uno encaminado a eliminar la proteína que añade unos azúcares específicos a proteínas de la membrana de las células, proteína y azúcares que no tenemos nosotros los humanos (hay tres de estos genes similares, que deben ser inactivados).
De esta forma, las células del cerdo se parecen más a las humanas y nuestro sistema inmunitario las reconoce como propias y no las rechaza de forma inmediata.
El otro gen eliminado es el que está destinado a codificar al receptor de la hormona del crecimiento. Este gen también se ha inactivado para impedir que el corazón del cerdo siga creciendo en el tórax del paciente, lo que podría significar un gran problema.