Nuestra comuna comenzó a poblarse durante el siglo XX por personas de origen obrero-rural que pertenecían en su mayoría a cooperativas de las industrias Maipú-Cerrillos, quienes autoconstruyeron sus propias casas.
Durante los años 80 y 90, el Programa Especial para Trabajadores PET y el SERVIU construyeron viviendas sociales en la comuna como solución al déficit habitacional del sector y en un contexto que tuvo como objetivo convertir a las familias en propietarios.
Según los antecedentes, SERVIU entregó casas específicamente en los sectores de las calles Agua Santa, José Manuel Borgoño, Las Naciones, Las Tinajas y Cuatro Poniente. Todas estas calles corresponden a los actuales barrios San Carlos, San Luis I, San Luis II, San Luis III, San Luis IV y San Luis V.
A través del tiempo, estos sectores no han estado exentos de transformaciones que han problematizado el vivir de los habitantes, materializando la situación en una evidente pobreza urbana y total abandono del Estado, el mismo que les ayudó con la casa propia pero que después se desligó de entregarles conectividad, seguridad y calidad de vida.
A partir del último informe del Observatorio Urbano del MINVU, que utiliza números de los Censos 2002 y 2017, las cifras de déficit habitacional en Maipú son bastante dispares en comparación de otras comunas con mayor poder económico de la RM.
Por ejemplo, en la comuna existe una alta cifra de 2.478 «allegados, hacinados e independientes», a diferencia de Providencia que posee la cifra de 118 para la misma categoría. En esa misma línea, Providencia tiene un déficit habitacional total de 2.344 y Maipú un total de 6.968.
Una investigación de CIPER hace unos meses reveló que 174 zonas ocupadas viven en espacios de tiroteos, comercio y consumo de drogas, narcotráfico y abandono policial, denominados también «zonas críticas», de las cuales 8 pertenecen a Maipú. Asimismo, varios proyectos de viviendas sociales coindicen con estos barrios, como es el caso de las villas antes mencionadas.
Un hecho que también va de la mano, es la falta de equipamiento, ya que los servicios que se encuentran en este sector están altamente deteriorados, tales como colegios, plazas, y espacios públicos destruidos o tomados por quienes ejercen la delincuencia, lo que obliga a los vecinos a tomar medidas de seguridad como instalar portones, barrotes o simplemente optan por no salir de sus casas cuando cae la noche.
La Voz de Maipú en esta oportunidad quiso exponer esta problemática desde el territorio, donde los vecinos y vecinas de Villa San Luis, uno de los barrios que más concentra viviendas sociales, permitieron con mucha amabilidad las capturas de las fachadas de sus casas y su entorno, en un lugar donde habitan familias y personas de clase trabajadora que relatan sentirse desplazados por el Estado a su propia suerte.
Fotos de Eric Allende González
