«Entienden que la labor que hacemos es muy poquito, pero grande para cada una de las personas que pasamos por acá», señaló Simón Palma, docente de un colegio en Maipú.
Las cifras oficiales de deserción escolar en Chile son alarmantes. Según los últimos datos entregados por el Ministerio de Educación a finales del año pasado, 50 mil estudiantes dejaron las aulas. Números poco alentadores para muchos, pero no para un grupo de profesores de Maipú, que cada semana trabajan por devolver el ánimo de estudiar a decenas de jóvenes.
Se trata del colegio Padre Álvaro Larraín, cuyos profesionales, tanto profesores como del área social, vienen haciendo un trabajo ejemplar con sus alumnos. Según mostró un reportaje de Chilevisión Noticias, recorren la comuna para golpear la puerta de aquellos estudiantes que han dejado de asistir a clases en un tiempo prolongado, así también los que no siguieron estudiando durante este 2023.
Simón Palma, profesor y encargado de convivencia y formación del establecimiento, es uno de los profesionales que se da el tiempo para realizar, una vez a la semana, un seguimiento en terreno de estudiantes en situación crítica de deserción.
«Cada estudiante, si bien es un número en el libro de clases, también es una historia, es una persona, donde, efectivamente, tenemos que saber qué está pasando para entender por qué no están viniendo al colegio, y buscar alguna estrategia para que esto no sea un impedimento para acceder a su derecho a la educación», señaló.
Las razones de la deserción escolar, según comenta la nota de prensa, se debe a problemas familiares, acoso escolar, e incluso, la trabajadora social del establecimiento, Nayaret Vega, trabajadora social del colegio, comenta que son varios los que tienen situaciones judiciales en curso.
«Han dejado de estudiar principalmente porque han tenido malas experiencias dentro de los otros colegios, la mayoría por temas conductuales, otros por experiencias fuertes de bullying. Otros efectivamente, hoy están con medidas cautelares, que tienen que ir a firmar todas las semanas, muchos niños con situaciones judicializadas», comentó la profesional.
La profesora Cristina Díaz en mayo cumple 12 años ejerciendo la docencia, y señala con orgullo que el Padre Álvaro Larraín ha sido su único trabajo. En este sentido, comentó la importancia de conocer a sus alumnos para poder ejercer una labor de reinserción. «Cuando uno se involucra en su vida, en lo que es, comienza a ser un vínculo más cercano con ellos. Desde ahí aparecen historias donde uno se acerca a estudiantes de forma involuntaria».
Uno de los tantos casos que han recibido en el establecimiento sobre deserción, es el de Luz, joven de 19 años que, luego de enterarse sobre su embarazo, quedó en la calle tras pelear con su familia. Fue ahí cuando el colegio le brindó ayuda en todo momento.
«Quería seguir, estaba inscrita pero mi hija aún no se adapta a la sala cuna, y no me toma mamadera. Al momento que me enteré del embarazo fue una separación de mi familia, y estuve en la calle una semana», dijo para CHV Noticias..
La lucha contra la deserción escolar es un trabajo que requiere mucho esfuerzo, y que este grupo de profesionales está dispuesto a seguir afrontando con la mejor disposición.
«Sabemos que mientras más educación puedas tener, a más accesos puedes llegar. Entienden que la labor que hacemos es muy poquito, pero grande para cada una de las personas que pasamos por acá», cerró el profesor Simón.
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