En un nuevo capítulo de nuestro Recomiendo Maipú, hicimos una parada especial, pues hoy nos enteramos que, tras 85 años, La Higuera cerrará.
Teníamos otra reseña preparada, pero no podíamos esperar para hacerle un homenaje a este clásico de clásicos, cuyo adiós es inminente. Sólo quedan 9 semanas para seguir deleitándonos con sus perniles o arreglados, ya que a fines de enero las puertas de La Higuera se cerrarán para siempre, para ser demolida en febrero.
Sí, como lo lee: será demolida. Los terrenos que comprenden el local comercial fueron vendidos junto a la casona vecina, donde vivía la familia fundadora. Hace un año, la sra. Marlencita, hija única de quien comenzó esta tradición familiar, falleció, anunciando la inminente venta del histórico local.
Sus hijos heredaron, pero no estaban interesados en mantener el negocio familiar; además, hace años este era arrendado, siendo otra persona quien lo administra hoy.
Así, desde hace varios meses se esperaba la posibilidad de cierre, siendo el Mall Pumay quien compró el lugar, con el objetivo de ampliar su centro comercial y construir un edificio ahí. La confirmación llegó hace pocos días y ahora sus trabajadores se preparan para recibir a quienes quieran dar su último adiós.
Corazón del Maipú guachaca
Con el corazón destrozado por la noticia, LVDM fue a almorzar hoy a La Higuera. Difícil nos era creer que tantas risas y conversaciones quedarán bajo los escombros y el cemento de quizás cuántos pisos de un nuevo edificio en el centro.
No sólo nos apena la pérdida de los lugares tan patrimoniales para la comuna, sino el crecimiento desmesurado de la ciudad, a costa de lugares tan sentidos y emblemáticos de ella. Con el cierre y la demolición de La Higuera, sentimos que un pedazo de nuestra alma maipucina se perderá para siempre.
La carta que no podemos perdernos
Para aprovechar estas últimas semanas, es importantísimo saber qué comer y qué beber en La Higuera, para quienes no la hayan conocido aún y puedan atesorar un recuerdo de ese lugar.
Hoy nosotros almorzamos carne a la cacerola, también había pulpa de cerdo y cazuela. Clásicos de la cocina chilena, contundentes y bajo un parrón, que nos rememora los mejores momentos de nuestro pasado rural.
Para acompañar: arreglado de chirimoya o frutilla, chicha o terremoto, son los imperdibles.
En la carta también hay pernil, chunchules, prietas, longanizas, arrollado de huaso, lomo, acompañados de papas cocidas, papas mayo o arroz. Y en la tarde, churrascos en marraqueta o una porción de papas fritas para compartir, al son de la cerveza.
Dónde: Chacabuco #85
Lunes a Jueves, de 9:30 a 01 AM
Viernes y Sábado, de 9:30 a 02 AM
Domingo de 10:00 a 00 AM
Funcionamiento normal hasta la última semana de Enero/2019