Las vueltas de la vida nos hicieron abandonar esta sección muchísimo tiempo, pero volvimos a las pistas con todo (sino pa’ qué). Y lo hacemos saliendo de lo convencional, con comida buena, bonita y vegana.
Camino al veganismo
Kaléndula es un negocio familiar, dirigido por Mary, junto a su pareja Felipe y su hijo Nicolás. Ella los guió por la senda del veganismo, tras sufrir una compleja enfermedad gastrointestinal producida, principalmente, por la ingesta de carne y sus derivados.
En este proceso, Mary fue operada y debió cambiar radicalmente sus hábitos alimenticios forzosamente; de ello sólo saca aprendizajes, según nos cuenta:
Los beneficios que me trajo el cambio de alimentación en mi dieta y mi estilo de vida son incalculables, ya que estoy ayudando a nuestros hermanos peludos, al planeta y a mi salud.
Para ella, la enfermedad y la radical determinación de no consumir más carne y sus derivados, le permitieron darse cuenta que no dependemos realmente de esta «industria tan violenta» para una dieta balanceada.
Entonces, Kaléndula
Así, vegana y «cansada del sistema capitalista», decide emprender este proyecto junto a su pareja, Felipe. Ella abandona su carrera como Ingeniera en un banco, donde llevaba más de 20 años, y él hace lo propio con su trabajo en otra empresa del rubro ingenieril.
Con esa idea en mente, en 2017, compran Kaléndula: tienda y comida al paso, vegan. Toman el timón del negocio con el objetivo de «acercar el veganismo a todo el mundo y poder demostrar que una dieta plant based -a base de plantas- es posible».
Comida buena, bonita y vegana
En este intento por acercar el veganismo y romper los prejuicios que hay sobre la comida no cárnica, Kaléndula ofrece una carta bastante variada de productos veganos.
Dulce o salado, menú y comida rápida, para servir y llevar, envasados, congelados y para el día. En resumen, casi todo lo que una persona con una alimentación que prescinde de productos de origen animal podría necesitar y antojarse.
Como en La Voz de Maipú tenemos un apetito voraz, fuimos en patota, con ganas de probar sus platos fuertes: kalenjita, kalenpleto y kalenburguer, -fajita, completo y hamburguesa vegana, respectivamente-.
Todas las opciones incluyen ingredientes a elección: tomate, porotos verdes o negros, pimentón, cebolla, cebollín, pepinillos, queso y mayonesa vegan, palta como extra. La fajita va sin base y tres ingredientes; el completo, con base de vienesa de soya, champiñón o seitán, y dos ingredientes; en tanto, la hamburguesa incluye dos ingredientes sobre una base de hamburguesa que puede ser soya, lentejas, porotos negros, garbanzos, avena y más, en pan de calabaza, espinaca o betarraga.
Sencillamente, opciones hasta decir basta.
Además, pedimos papas rústicas, gyosas, arrollados primavera y nuggets (veganos, por supuesto, en base a avena), para compartir. Todo acompañado de jugos naturales de piña-coco, mango-durazno y betarraga-zanahoria, que cambian diariamente, según disponibilidad de frutas y verduras.
De postre, snicker, prestigio y (ve)gansito.
Calor humano, contundencia y sabor
Demás está agregar que, como carnívoros en redención, la comida no tiene absolutamente nada que envidiarle en contundencia a las opciones animales. Éramos 3 comensales y comimos hasta el hartazgo; de hecho, hasta nos llevamos comida para la casa (#esderoto <3).
En cuanto a sabor, todo estaba deliciosamente preparado: panes/tortilla crujientes, proteínas bien condimentadas y verduras frescas. Y todo a una temperatura perfecta para llegar y comer.
Para finalizar, la nota alta -que ya es mucho decir después de tanta comida rica y para regodearse- es el calor humano: cariño que demuestran en cada preparación y que expresan también en el trato a los clientes. El alma en la atención la pone Nico, garzón estrella de Kaléndula e hijo de Mary, siempre riendo y con una buena onda que cautiva a todas, todos y todes.
Como bonus, les dejamos la lista de reproducción en Spotify que ameniza. Un deleite para todos los sentidos nuestro paso por Kaléndula.
Kaléndula, Go Vegan
Avenida Central Alcalde Gonzalo Pérez Llona 320, Primer piso
Lunes a Jueves, de 12 a 20 horas
Viernes, de 12 a 22 horas
Sábado, de 13 a 22 horas