La libertad de culto garantiza que las personas puedan practicar su propia religión con plena libertad, ¿pero qué ocurre cuando una iglesia hace uso de este derecho y en el camino pasa a llevar el derecho de sus vecinos a vivir en un ambiente libre de ruidos molestos?
Este es el caso de German Muñoz, vecino de Maipú y quien desde 2019 ha tenido que convivir día a día con una iglesia evangélica, instalada en la casa aledaña a donde viven él y su pareja. Durante la gestión de la alcaldesa Cathy Barriga, la comunidad evangélica se instaló sin ninguna medida de precaución para aminorar el ruido de sus rituales, y los afectados aseguran que tienen «cero calidad de vida».
«¿En qué estaban cuando autorizaron que una iglesia se instale en casas pareadas?», es la pregunta que viene haciendo German desde hace meses. «Me parece absurdo que por esa irresponsabilidad yo no pueda estar en teletrabajo ni estudiar», agregó.
Ruidos molestos: Panderos, bombos y cánticos en una casa pareada
Muñoz denuncia que cuando fueron él y su pareja a pedirle al pastor que disminuyera el nivel de ruidos molestos, este desconoció totalmente el hecho, incluso preguntando «¿qué ruido?». Según cuenta el vecino, esto lo descolocó, puesto que llevaban meses escuchando cánticos con instrumentos, incluyendo hasta un bombo que hacía vibrar las paredes de la casa.
Luego de aquel encuentro, el pastor acudió a su casa para negociar la instalación de una pared anti-ruidos, sin embargo, la propuesta consistía en construir en el terreno de su propia casa y no en el de la iglesia. Cuando la suegra de Muñoz, la dueña de la casa, se negó debido a cómo le afectaba su propio espacio, el intento de negociación se acabó.
Video: Una solución que no funciona
En lugar de una solución, la comunidad no instaló más que un género, múltiples tubos de PVC y unas tablas de madera, todo evidentemente improvisado, tal como se aprecia en las imágenes compartidas por Germán:
El afectado asegura que ha agotado todas las instancias. Ha ido a la Seremi de Salud, a Carabineros y a la Municipalidad, también ha contactado al concejal Bladymir Muñoz. Sin embargo, siempre recibe la misma respuesta: están protegidos por la Ley de Culto.
«Vino alguien y la cosa se puso peor. Reaccionaron súper mal», enfatiza German. Ahí comenzaron las agresiones. A veces, al salir de su casa, ve huevos reventados en el suelo y ha escuchado que le gritan insultos homofóbicos.
En 2019, la ex alcaldesa Barriga modificó el anterior Oficio de Protección del Medioambiente de la comuna de Maipú, mediante un nuevo Oficio N°36.844, en donde se estipula la prevención y control de conductas ruidosas.
El artículo 38° punto F, específicamente, establece que las «emisiones de música y/o mensajes transmitidos por entidades religiosas para alcanzar un fin social deben obtener este derecho a través de la Administración Municipal».
Sin embargo, desde el Departamento de Obras Municipales (DOM) señalaron que la iglesia junto a la casa de German está cometiendo una infracción, ya que no se registra que hayan realizado el trámite para el cambio de destinación del edificio a ‘equipamiento de culto'».
Sumado a esto, entre enero y mayo de este año, German ha medido de forma personal los ruidos molestos que emiten sus vecinos, con equipos de medición de decibeles (dB). Según cuenta él, variaba de 84 a 90 dB aproximadamente.
Esto excede, por mucho, el máximo permitido por ley. El decreto 38 sobre la Norma de Emisión de Ruidos establece que para la Zona I, aquella ubicada dentro del límite urbano, el nivel máximo de dB de 7:00 hrs a 21:00 hrs es de 55 dB, mientras que de 21:00 hrs a 7:00 hrs es de 45 dB.
Tal vez te interese leer: Ojo: Vecinos denunciaron circulación de billetes falsos en feria de Maipú