Este mes comenzará la producción oficial de la primera cerveza sin gluten elaborada en la región del Biobío, esperando que su comercialización se comience a realizar en el mes de mayo. Se trata de “Trawun”, un producto elaborado en base a quinoa y creado por un grupo de profesionales que se conocieron siendo parte del Diplomado de Innovación y Emprendimiento efectuado el año pasado por la Universidad Técnica Federico Santa María. De ellos, dos son ingenieros de la misma casa de estudios y trabajan en la USM Concepción: Karla Mesina, del Departamento Desarrollo y Proyectos Externos, y Víctor Valdebenito, del área Mecánica.
La idea de crear este producto especial para ser consumidos por celiacos surgió mientras cursaban el Diplomado y debían preparar su proyecto grupal. Se enfocaron en desarrollar un producto saludable, de tipo gourmet, y también revisaron estudios de mercado de la Fundación Convivir, institución sin fines de lucro destinada a mejorar la calidad de vida de las personas celíacas en todo el país.
“Vimos que entre los productos más demandados estaban la quinoa y la cerveza, por lo que nos pareció interesante pensar en algo que pudiera dar respuesta a estas personas, cuya cantidad exacta en el país no está definida pero se estima puede ser de una entre 200; pero además, se trata de un producto saludable, bajo en grasas, que posee ácidos Omega 3 y 6, por lo que cualquier persona podrá consumirla”, dijo Karla Mesina, directora de la iniciativa.
Tantas son las proyecciones de esta cerveza que postularon exitosamente al Programa Regional de Apoyo al Emprendimiento (PRAE) de Corfo, siendo uno de los once seleccionados entre sesenta que se presentaron. Con los 21 millones de pesos obtenidos, pudieron adquirir maquinaria y comprar los elementos requeridos para construir otras que no se encuentran en el mercado local, explicó Víctor Valdebenito. Con estos, ya en marzo comienzan la fabricación a gran escala y esperan iniciar en mayo la comercialización de la cerveza “Trawun”.
Para ambos profesionales, haber participado el Diplomado de la USM fue un importante aliciente al momento de concretar la iniciativa. “Tiene que ver con que se unieron capacidades de distintos ámbitos, porque en el grupo hay ingenieros, agrónomo, diseñador y todos aportamos desde nuestra profesión, desde nuestros conocimientos, a producir esta cerveza, quienes de no haber participado en el Diplomado no nos hubiésemos conocido, no se hubiese dado esa interrelación, para desarrollar este proyecto”, indicó Valdebenito. Karla Mesina señaló que esa formación fue fundamental para estructurar de mejor manera la postulación a recursos estatales. “De hecho, nosotros usamos el informe que nos solicitaron en el Diplomado para llenar la postulación y contamos también con el respaldo del equipo de la incubadora 3iE de la Universidad Técnica Federico Santa María”, destacó.