Tras el sobreseimiento de los periodistas de La Voz de Maipú: Marlene Valladares y Nicolás Aravena, ambos querellados por la alcaldesa de Maipú: Cathy Barriga Guerra, por el reportaje donde se cuestionó la fecha en que obtuvo su licenciatura como psicóloga, la representante política de la comuna decidió llevar el caso ante la Corte de Apelaciones.
Fue el día 15 de abril de 2019 cuando la magistrado Maria Inés Bernardita Lausen Montt, decretó el abandono de la causa por parte de la defensa de Cathy Barriga. Sin embargo, la decisión 9º juzgado de garantía de Santiago, no fue del agrado de Barriga, quien decidió apelar.
Y será el 22 de mayo a primera hora, que la Corte de Apelaciones revisará, una vez más el caso. Francisco Figueroa, abogado que tomó la defensa de La Voz de Maipú sostiene que: “Tenemos confianza en que la corte confirmará la decisión del tribunal de garantía toda vez que nuestra solicitud de sobreseimiento definitivo se fundamenta en garantías constitucionales como el debido proceso en el marco de un Estado de derecho. La negligencia no se premia, se castiga. No importa de quien se trate, si es un ciudadano cualquiera o una alcaldesa, frente a la ley somos todos iguales”, sostuvo el destacado profesional.
Consultados los periodistas querellados, Aravena sostiene que: “leyendo la causa me doy cuenta de que este es un show a todas luces montado por Barriga. El abogado de la alcaldesa hizo perder tiempo a la PDI, extranjería, SERVEL y varios servicios públicos más, intentando dar con mi paradero, en circunstancias que ella sabe bien que estoy pasando una temporada en Québec, Canadá. Esto último lo puedo probar, toda vez que tengo en whatsapp un mensaje enviado por la misma Barriga, deseándome suerte en el viaje”, señala.
Por su parte Valladares aclara que “espero que el abogado de Barriga sea pagado con dinero propio y no con dineros públicos. Sería una pena que se gasten el dinero de la comuna en perseguir medios de comunicación independientes, que hacen periodismo de calidad. Barriga tiene o tuvo un montón de medios locales con contratos que les impedían hacer periodismo y los acercaban bastante a las relaciones públicas. En el caso de La Voz de Maipú, seguiremos trabajando en fiscalizar al poder, aunque a algunas les moleste”.