El vecino es un actor social que debe integrarse en espacios de participación, especialmente dentro de sus pasajes, que son sectores más pequeños dentro de una comunidad y de esta manera participar de forma activa en la información que será canalizada y entregada a las autoridades correspondientes.
Pensar en términos de conflictos, implica comprender que es inherente a nuestra sociedad y no hay que negarlo. La seguridad pública, implica que la política de seguridad no se puede desligar de la gestión de la conflictividad socia.
Es por eso que vecinos del pasaje Calipso de la Villa San Juan de Maipú se han organizado, y en representación de ellos existen 5 actores fundamentales, todos ellos con diferentes trabajos, pero jóvenes que trabajan es post la seguridad de sus vecinos; Paula San Martin (TENS), Guillermo Toro (trabajador en Lo Valledor), José Sepúlveda (chofer), Gustavo Tapia y Rodolfo Fuentes (empleados públicos).
Juntos han impulsado diferentes proyectos para mejorar la convivencia y seguridad de su pasaje.
El conocimiento directo de los problemas que aquejan a la población el representante de Maipú pasa por Leonardo Avetikian en su rol de gestor territorial y José Salinas como técnico en video vigilancia.
Tuvimos la suerte de reunirnos, junto a los vecinos, para evaluar la instalación de cámaras de seguridad, en su pasaje, todo esto autorizado por sus vecinos que han visto vulnerada su seguridad ante hechos delictivos recientes como venta de droga y robos.
Las cámaras si bien no te evitarán un robo o la venta de estupefacientes, pero si son un elemento que es necesario tomar en cuenta para poder tener medios de prueba en un eventual juicio, como asimismo mantener un control de las personas que ingresan a nuestro pasaje y diseñar planes de acción junto a Carabineros, Investigaciones y Maipú Seguro, focalizando aquellos puntos y personas que se alejan del buen vivir y así dar pelea de alguna manera a la delincuencia.
Es necesario un serio compromiso por parte de los actores de la sociedad civil y en esto se han encargado varios vecinos comprando silbatos y la implantación de alarmas comunitarias por parte del municipio de Maipú.
Queremos seguir avanzando y combatiendo el flagelo de la delincuencia, se trata sin duda de un proceso lento, que debe enfrentar problemas constantes.
Sin embargo, las experiencias exitosas fueron justamente aquellas que realizaron cambios en la comunidad.