Esta semana, el municipio aprobó el financiamiento en cuanto a la Subvención Emblemática de 23 proyectos de carácter social de la comuna, instancia marcada por la crítica de un sector de concejales hacia el monto designado para las instituciones religiosas.
La cifra total de las subvenciones es de $536 millones, dirigida a entidades de la comuna que en sus funciones desarrollan y colaboran en “mejorar la calidad de vida de los habitantes” como indica la Municipalidad de Maipú.
De manera que, $93 millones se destinan a instituciones emblemáticas de carácter religioso, mientras que el resto va en apoyo a proyectos que se categorizan en áreas de discapacidad, infancia, salud, social, voluntariado, instituciones públicas y varios.
La crítica de los concejales
El cuestionamiento surgió en la sesión de este jueves, tras la presentación de los proyectos y sus asignaciones desde la DIDECO, para la votación en el concejo municipal de Maipú.
La asignación a instituciones religiosas, generó un debate que terminó en una votación por separado de cada área, en las que todas fueron aprobadas por amplia mayoría, a excepción del sector religioso, que se sometió a sufragio en dos ocasiones hasta que finalmente fue aprobado.
Uno de los votos en rechazo (2 votos), fue el del concejal Ariel Ramos (PC), quien explicó en redes sociales que “no estamos de acuerdo con la excesiva cantidad de recursos que se le entrega a estas organizaciones en desmedro de otras que tienen un trabajo, a nuestro juicio, mucho más relevante y comprometido con la comunidad maipucina”.
En el video además señala que el cuestionamiento es hacia instituciones que utilizan los fondos públicos para financiar “determinada fe religiosa” señalando dentro de ellas al Templo Votivo de Maipú:
“No estamos de acuerdo que con esta plata se paguen por ejemplo los salarios de sacristanas, se compren artículos pastorales y se compre ornamentación litúrgica” sostuvo Ramos.
“Desconocimiento de la labor social”
Desde otro punto de vista, el concejal reelecto Alejandro Almendares (RN) defiende el financiamiento hacia estas instituciones señalando que “yo creo que hay bastante desconocimiento en la labor social que ejecutan diferentes organizaciones que están ligadas al mundo eclesiástico”.
En cuanto a las críticas hacia la asignación para el Templo Votivo, destaca la importancia del lugar “a nivel cultural en nuestra comuna, es un lugar donde se hacen actividades de gran connotación cultural y religiosa” señaló el concejal RN.
“Lamento profundamente que por temas políticos se intente enfrentar a organizaciones de la sociedad civil entre ellas ya que hay una crítica injusta hacia la labor social que hacen las diferentes organizaciones religiosas de la comuna” sostuvo Almendares respecto al debate de la sesión pasada.
En tanto, Abraham Donoso señaló a La Voz de Maipú su posición en contra, indicando que “en iglesias evangélicas también me abstuve porque los objetivos no son directamente relacionados con los vecinos, si no que son casi de infraestructura para cada iglesia”.
Además indicó que dentro de los objetivos particulares del sector evangélico se encuentran la compra de “amplificación, sillas, instrumentos para las orquestas” dijo el concejal de Maipú.
“Acusaciones infundadas”
Una de las instituciones que recibe la subvención emblemática y que es de carácter religioso, es el Consejo de Pastores Unidos en el Evangelio por Maipú (UNIEM) una organización que entre sus objetivos establecen la entrega de atención psicosocial, espiritual, psicoeducacional y pedagógica.
Su director, el pastor Juan Lagos, señaló a La Voz de Maipú que las críticas son “acusaciones infundadas. Hablan algunos porque no conocen nuestra institución y lo digo así bien claro, no la conocen ni le interesan conocerla”.
En cuanto a la labor de la institución, es enfático en mencionar su atención se dirige hacia todos los vecinos/as de Maipú y que “el 80% de la gente que atendemos aquí no es evangélica”, aclarando además que el financiamiento se destina a “pagar el arriendo, los profesionales, etc”.
El centro UNIEM, cuenta el pastor, brinda de 300 hasta 500 atenciones mensuales a través de profesionales para los vecinos/as de Maipú, lo que genera un gran gasto. “Llegamos a tener una subvención de 87 millones que no nos alcanzaba porque gastamos 180 millones al año para todo este movimiento que hacemos”.
“Entonces no saben verdaderamente, creen que queremos esa plata para un teclado, para una guitarra. No, para nada. Todos esos concejales que se oponen nunca han venido aquí a saber cómo funcionamos” expresó el director del UNIEM.
Subvenciones emblemáticas en otras áreas
En tanto, en la área de subvenciones municipales de “discapacidad” se encuentran proyectos como el de Alicia Barra, directora de la fundación Aprende a Vivir que atiende a niñas y niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA), y que de hace dos años recibe esta subvención de la municipalidad.
“Es un monto que entregan para las terapias de los niños: un porcentaje del costo total de los tratamientos al que se postula como se hace para un concurso público: se pide un monto, pero la municipalidad ve cuanto entrega” comentó Alicia.
Esta fundación de Maipú, nace ante la falta de acceso a tratamientos de su hijo diagnosticado con TEA. Por ello, Alicia crea este espacio para ayudar a familias que enfrentan el mismo problema acogiendo en la actualidad a más de 100 niños.
Estos tratamientos son financiados en parte con la subvención municipal, como también a través del aporte de los apoderados, mediante rifas e incluso antes del COVID-19, con eventos.
Respecto al monto de la subvención: “Como estamos en crisis, ideal que hayan repetido el mismo monto (27 millones), pero hubiera sido perfecto que me hubieran dado lo que estaba solicitando -$35 millones- por la cantidad de niños que me deriva el mismo municipio”.
A la agrupación le cuesta $120 mil al mes el tratamiento de cada niño y cuenta que “generalmente no alcanzamos a tener todos los fondos para poder cancelar a los profesionales “. Agregando que “Estoy súper agradecida del municipio de la administración actual, porque nos abrió las puertas (…) pero a pesar de eso no ha sido suficiente. Hay una falencia del Estado de no hacerse parte” finalizó Alicia.