La reunión prometía ser el puntapié de una defensa transversal de la lucha por el agua en Maipú. Estaban invitados dirigentes de distintos sectores, y había expectativa de lo que pudiera salir de ahí.
A eso de las 19:30 hrs, comenzó la exposición de Mauricio Llaitul con el único y primer punto de la tabla: la superintendencia de servicios sanitarios (SISS) los dejó plantados.
Es decir, la reunión informativa con la SISS comenzó con el anuncio que no asistiría la Superindendencia de Servicios Sanitarios.
Según el mismo Llaitul, la justificación de tal ausencia sería que la cosa «se politizó». O más bien dicho, alguien de la superintendencia habría visto un pantallazo donde un político de izquierda (Ariel Ramos) convocaba y decidieron no venir.
De ser cierto esta versión, parece preocupante que la superintendencia tenga un pánico tan extremo a juntarse con políticos, tomando en cuenta la reciente reunión que tuvieron con la alcaldesa Cathy Barriga.
Tras este balde de agua fría, Llaitul anunció que juntará firmas para pedir a través de Ley de Lobby una reunión con el superintendente.
Fuentes al interior de Smapa señalan que antes de que la superintendencia se reúna con dirigentes, se requiere una coordinación previa con Smapa e incluso la Municipalidad de Maipú. Al menos desde el lado de la sanitaria no había conocimiento de la reunión.
Sin embargo, quienes convocaron exhibieron un documento donde la SISS confirmaba su asistencia con el fin de responder las distintas dudas de los vecinos. No quedó finalmente del todo claro la razón de esta ausencia.
Más sensatez tuvo la dirigenta de la Democracia Cristiana, Lucía Varas, quien reconoció frente a los presentes que era altamente improbable que desde la superintendencia acojan el llamado a reunirse con personas altamente politizadas. Varas además asumió la autocrítica por la baja convocatoria.
«Se hizo una invitación muy extensiva, y aquí deberían haber venido muchos más. Mi pregunta es cómo buscamos mejores alternativas para que no pase esto que acaba de pasar, que es una falta de respeto«, dijo.
De ahí la importancia de hacer un llamado a que la comunidad se movilice. Misma opinión manifestó el concejal Pedro Delgadillo, quien llamó a la ciudadanía a manifestarse para poder presionar la mejora del servicio.
Un sentido común que también pudimos observar en la figura de Isabel Fuentes, presidenta de la Unión Comunal Nº2 y militante de Renovación Nacional. Probablemente, la única dirigenta de derecha presente, quien pese a ser del otro lado del espectro político, tuvo una activa participación en el encuentro.
Sin ir más lejos, fue esta última quien junto a otros presentes, intentó moderar las frecuentes interrupciones de la dirigente Adriana Mena, quien desde su asiento se dedicó a interrumpir a viva voz a los demás expositores invitados.
Adriana Mena es presidenta de la Unión Comunal de Vecinos Nº1 y además primera vicepresidenta del Consejo de la Sociedad Civil de Maipú.
Este hecho generó incomodidad en muchos de los asistentes, quienes al final de la actividad manifestaron su molestia por esta actitud. Para varios de los entrevistados, se trató de una actitud propia de otra época y una forma de imponerse frente a otros que no se condice los tiempos actuales.
En esta misma línea, también pudimos observar al principal presentador, Mauricio Llaitul, haciendo expresivos aspavientos con los que pedía cortar las intervenciones de los concejales y otros expositores.
Su evidente molestia lo llevó incluso a hacer varios simulacros de abandonar el salón, aparentemente en desacuerdo por el excesivo protagonismo de los otros expositores. Todo esto a vista y paciencia del público presente.
Tan lamentable era el ambiente a esta altura que incluso dos precandidatos a la alcaldía se retiraron sin pedir la palabra ni esperar su turno para hablar.
Lo que se sabe de Smapa
Más allá de las teorías conspirativas de quién pudo bajar la reunión o que «siniestro personaje» está tramando la privatización de Smapa, hubo un lado más luminoso.
Este lado más constructivo fue dado por los datos sobre el estado de la sanitaria municipal, aportados por los concejales Pedro Delgadillo, Ariel Ramos, la exfuncionaria de Smapa Marlyn Rebolledo y Claudia Vergara, presidenta de Ceibo Maipú.
«Los funcionarios de Smapa andan trabajando con los zapatos rotos. Tenemos más de 1500 medidores rotos en la comuna y hasta hace poco no había departamento de pérdidas comerciales«, señaló Rebolledo.
El concejal Pedro Delgadillo por su parte anunció la presentación de una querella, que se realizará el lunes por malversación de fondos cuyo paradero se desconoce. También se dio a conocer el precario estado en el que viven muchos trabajadores de la sanitaria, con falta de indumentaria y recursos para poder cumplir sus labores:
«Fui a la unidad de Gasfitería de Smapa, que funciona en una dependencia donde no hay más de 22 funcionarios trabajando. Aún nos falta fiscalizar Obras Civiles, que son quienes tapan los hoyos de las reparaciones. Gasfitería, Alcantarillado y Matricería fueron recientemente internalizados, con no más de una veintena de trabajadores por cada departamento para Maipú, Cerrillos y Estación Central. Las camionetas de gasfitería son una asquerosidad, están dañadas y las dependencias de los trabajadores están en pésimo estado», afirmó Delgadillo.
Hubo también tiempo para desmentidos. Si bien hay un temor de privatización de Smapa, el dato duro dice que el momento más cercano a un posible traspaso a privados no es ahora, sino que fue durante la administración de Alberto Undurraga, donde efectivamente se abrió un expediente de caducidad por la contaminación de nitrato en dos puntos de la comuna el año 2011.
Este dato fue refrendado por Claudia Vergara, presidenta de Ceibo, quien además añadió: «Los excedentes de Smapa no se deberían entregar a la Codeduc, más aún sabiendo el despilfarro y la poca claridad del uso de los recursos que allí hay. El dinero que hay debe ir primero a la sanitaria y si sobra se gasta en el municipio«.
También se habló de los millones de pesos en multas impagas, debido a las dificultades administrativas y falta de voluntad de Smapa en cobrar cuentas pendientes, tanto de personas pero especialmente a empresas.
A pesar de la dificultades, la jornada permitió establecer puentes mínimos entre distintos actores para seguir trabajando por el futuro de la sanitaria pública.
Por ahora solo resta desear suerte en una próxima reunión con la superintendencia, y es de esperar que existan más instancias como estas donde poder debatir e informar a la comunidad.
Es necesario destacar el interés de muchos vecinos presentes, quienes siguieron con interés el debate sin caer en la tentación del protagonismo fácil.
Ojalá también en futuras instancias se puedan sumar más dirigentes y de otros lugares. Sabemos que existe una fuerte reorganización en barrios como La Farfana o Los Héroes. Sin embargo, esta mayor convocatoria debería venir de la mano de un cambio de actitud, en especial de algunos dirigentes más celosos a la hora de ceder espacios de liderazgo o protagonismo.
La llegada de nuevos rostros podría traer aires frescos a un movimiento por el agua que toma vuelo a casi un año de las próximas elecciones municipales. Un movimiento que corre el riesgo de convertirse en un caballo de batalla para posibles candidatos y de usar la precaria situación de Smapa como una mera arma política.
Sobre todo, existe la oportunidad de que una nueva camada de dirigentes sumen fuerzas y traigan nuevas miradas a un pequeño grupo de dirigentes cuyos modus operandis piden con urgencia un cambio.
Por ahora queda esperar.