Una de las fundadoras de Revolución Democrática, maipucina, que ha enfocado su trabajo desde el ámbito territorial, impulsando y participando de organizaciones sociales, políticas y feministas de nuestra comuna, como la Coordinadora Somos Marea, Movimiento Marca AC, Unidad Social y el 2020 coordinando el Comando por el Apruebo “Que Chile Decida” en Maipú, explica por qué postula por primera vez a un cargo público, apostando por llegar a la Convención Constitucional en la lista Apruebo Dignidad.
¿Por qué decidiste ser candidata a la constituyente?
La señal que ha dado Chile es clara, acá gran parte del problema es que las soluciones las han construido personas que no sufren los problemas; no tienen problemas con la salud porque se atienden en clínicas privadas; no tienen problemas con la calidad de la educación, porque van a colegios pagados. Ignoran lo que es vivir la pandemia en treinta metros cuadrados y desconocen la violencia de nuestros barrios. Es importante que en la redacción de la Nueva Constitución existan expertos, pero es igual de urgente que la experiencia de abuso, que hemos vivido la mayoría en Chile los últimos 30 años, también esté presente. Esa experiencia es la que quiero llevar, junto a voces de organizaciones y las personas con que nos hemos vinculado. Necesitamos que el Chile real tenga rango constitucional.
¿Cómo esperas que se escriba esta nueva constitución?
La Convención no puede ser un grupo de personas que solo se reúnan a escribir un libro, cada constituyente debe ser una canal de retroalimentación constante y permanente de lo que está pasando fuera, si no, podemos caer en los mismos vicios que llevaron a la descomposición de la política y que hoy tenemos que subsanar. Debemos procurar que la participación en la Convención sea un Derecho y asegurar mecanismos de deliberación democrática amplia e incidente en la toma de decisiones. Debe ser un proceso descentralizado, publicitado y de fácil acceso a la información para todas y todos.
¿Cuáles son los ejes principales que crees que deben estar en la nueva constitución?
Primero, más y mejor democracia, un Estado donde las decisiones de las autoridades y sus órganos institucionales, sean guiadas por una voluntad mayoritaria que, además, garantice la participación de grupos que históricamente hemos sido excluidos de las decisiones que nos afectan, ya sea por características personales, como género, etnia, edad, o por circunstancias sociales, económicas, geográficas, entre otras. Por cierto, debemos terminar con el hiperpresidencialismo, que concentra todo el poder en una persona, hoy somos testigos de lo dañino que puede llegar a ser.
Segundo, debemos construir un sistema socioeconómico que haga frente a la crisis climática, buscando el equilibrio entre el desarrollo económico y el cuidado del medio ambiente.
Tercero, la Constitución debe reconocer el carácter plurinacional de Chile, garantizar de manera efectiva los derechos civiles y políticos, y establecer mecanismos de protección efectivos. Necesitamos vivir en un país en que no haya espacio para abusos y discriminaciones de cualquier tipo. Y por supuesto, reconocer los derechos humanos como límite a las acciones del Estado. El abuso de poder que vemos día a día ya no da para más.
Cuarto, pero no menos importante, la Nueva Constitución debe ser construida con perspectiva de género: garantizando una democracia paritaria, igualdad de ingresos y derechos laborales, erradicación de la violencia, democratización en el acceso a la justicia, consagrando nuestros derechos sexuales y reproductivos, una educación no sexista y el reconocimiento del trabajo doméstico, como aporte fundamental al desarrollo del país.
¿Cuál es la importancia del feminismo en la nueva constitución?
La importancia del feminismo va incluso más allá de la Nueva Constitución. El feminismo, entendido como la búsqueda de igualdad de derechos entre hombres y mujeres, es la perspectiva que están adoptando las democracias sanas para convocar a sus ciudadanos y ciudadanas a un nuevo contrato. El desafío es enlazar Chile a un mundo que se hace feminista, porque es el siguiente piso civilizatorio de nuestros pueblos. Nos tendremos que poner al día con la Nueva Constitución y todavía quedará un camino largo para que se asiente en nuestra vida diaria, pero allá vamos.