Activos subyacentes, contratos en corto o futuros, apalancamiento, índices, divisas, derivados complejos, acciones… El mundo financiero se ha convertido en un complejo entramado tan interesante como difícil de comprender si no se es un verdadero gurú de la materia. Por todo ello, hemos decidido compartir un pequeño artículo en el que centrarnos en derivados financieros como los CFDs o «Contracts for Difference». Abordando de una forma sencilla, y entendible por todos, su significado y las principales características e inconvenientes que se pueden encontrar al operar con ellos.
Aclarando conceptos
Hablar de CFD, o contrato por diferencia, es hacerlo de un tipo de derivado financiero. Pero, ¿qué es un derivado financiero? Sencillo. Dicho término hace referencia a un producto cuyo valor viene referenciado y depende del precio y cotización de otro activo (llamado subyacente). Dicho derivado se materializa en forma de contrato entre varias partes cuyo precio varía en función de dicho activo subyacente. Activos que, en este caso, pueden ser desde divisas hasta bonos, materias primas o acciones entre otros.
Una vez aclarados algunos conceptos conviene tener en cuenta que los CFDs son un tipo de derivado contractual de índole financiero que, a diferencia de los futuros, no cuenta con fecha concreta de ejecución. Es decir, permiten invertir sobre un subyacente sin una fecha de caducidad concreta o un precio de venta preestablecido.
Características de los CFDs
Los CFDs llevan ya unos años siendo ofrecidos por las plataformas de trading online, como Plus500 en América Latina. El hecho de que se puedan encontrar en este tipo de plataformas los ha hecho muy accesibles, sin embargo, el hecho de que sean de fácil acceso no quita que se trate de productos financieros que presentan altos riesgos. Sigue leyendo si quieres conocer algunas de sus carecterísticas más destacadas.
– Posibilidad de apalancamiento. El apalancamiento es una herramienta que permite trabajar en un mercado con un importe económico superior al propio efectivo o liquidez del trader. Es decir, admite el endeudamiento. Y ello es algo admisible en los CFDs. Pudiendo operar con solo una fracción del importe requerido. Cuestión está última que, más allá de la flexibilidad, no debería ser utilizada por traders no profesionales.
– Carácter indefinido. A diferencia de lo que ocurre con otros derivados, los CFDs no vencen, ni requieren ningún tipo de renovación periódica.
– Permite operar tanto en corto como en largo sin ningún tipo de bloqueo o limitación. Sin embargo, esto también implica riesgos que se verán más adelante.
– Acceso a un mercado global. Los CFDs operan en un mercado tan amplio comos sus activos subyacentes. Ofreciendo miles de instrumentos en forma de acciones, materias primas, criptomonedas, etc.
Desventajas de los CFDs
Los CFDs son considerados, y a su regulación nos remitimos, instrumentos complejos. Y ello es algo que va asociado a un riesgo intrínseco. Cuestión está última de la que se derivan sus principales desventajas. ¿Los motivos? Los enumeramos a pié de párrafo:
– El apalancamiento. Una de las características de los CFDs era, precisamente, el apalancamiento. Entonces, ¿cómo cuadra también aquí? Sencillo. Aunque se permita trabajar con solo una porción del valor del contrato, en caso de obtener pérdidas, dichas pérdidas, que se producirán, serán proporcionales al valor total del contrato o al montante total con el que se esté operando, por ello las pérdidas pueden ser realmente altas, e incluso superar la inversión del trader.
– Contrato entre partes. Los CFDs no se encuentra regulados por ningún mercado organizado. No en vano, se trata de un producto negociado entre dos o más partes. Aquí se juega contra el bróker.
– No operan sobre activos reales. Es decir, no se invierte directamente en un activo sino en un subyacente a través de un contrato con un bróker. Se opera con las fluctuaciones de los precios.
–Operar en corto. Apostar a que el precio de un activo va a bajar puede conllevar pérdidas muy altas, sobre todo cuando se opera con apalancamiento, ya que no hay un techo hasta el que un precio pueda subir.
Panorama actual
La flexibilidad y capacidad de diversificación son características de los CFDs. Sin embargo, son productos muy complejos que presentan riesgos muy altos, no recomendados para traders sin experiencia y con un nivel bajo de tolerancia al riesgo.