Valentina Bordones tiene 25 años y ha vivido toda su vida en Maipú. Ha residido en distintos puntos de la comuna, pero hoy se ubica en Ciudad Satélite.
Desde su niñez se ha interesado por el lado artístico de la vida: la música, la fotografía y sobre todo, la literatura.
Siendo adulto joven, Valentina disfruta desarrollarse como artista dentro de la comuna, participando de talleres y también impartiéndolos. De hecho, hace un tiempo estuvo a cargo de un taller de literatura LGBTQ+ en la Biblioteca Municipal de Maipú.
Si bien se describe como una persona introvertida y cuadrada, eso no ha impedido que su mente vuele al momento de inspirarse y compartir sus escritos con el resto del mundo. «Lo que tú escribes, lo sueltas y ya no es tuyo… Queda a libre interpretación de las personas, no hay que tenerle miedo, escribir es un acto super humano», sostiene.
Valentina es trans no binario y se tituló hace poco de Pedagogía en Inglés. Conversó con La Voz sobre sus próximos pasos como artista y profesor, además de algunas reflexiones que hizo sobre la comuna.
¿Cómo empezó tu gusto por la literatura y la poesía?
Desde chico siempre fui muy «niño taller» para las cosas… Taller que había, taller que me metía… No solo en la muni, sino también en el colegio.
Yo soy una persona introvertida, pero no me metía a estos talleres para buscar amistades, sino que para distraerme un rato y poder desarrollar distintos proyectos.
Desde entonces siempre asisto a clases o talleres, me gusta seguir perfeccionándome, no quedarme estancado. Ahora, por ejemplo, trabajo en una librería en Maipú, y va muy relacionado a lo que me dedico. Estoy en constante nutrición.
Dices que eres una persona cuadrada, ¿Cómo se refleja esto en tu proceso creativo?
Es muy típico de mí ser estructurado de mi cosas, pero estoy muy abierto a las personas, no quiero caer en la zodiacal, soy géminis y puede haber una explicación por ese lado, soy muy cuadrado pero igual le doy cierta flexibilidad.
Yo tengo rutinas para escribir, hay ciertos ejercicios que tengo que hacer, como grabarme mientras leo, escribir algo y dejar pasar una semana para ver cómo va, mandarlo a otra persona para que me lo revise…
También soy una persona que vive mucho del contexto, el contexto implica harto, muy situacional, escucho mucho y lo que veo lo voy tomando como una esponja y ahí voy separando.
Voy lento, pero voy seguro, no me gusta entregar algo por entregar… Me gusta que esté bien hecho.
Siempre has vivido en Maipú y, por lo que cuentas, sigues desarrollándote harto en la comuna… ¿Cómo influye el contexto de Maipú en tu carrera artística?
Sí, creo que Maipú me ha influenciado bastante por un tema que a muchos poetas les pasa cuando se vive en periferia, donde se viven experiencias que muchas veces no son tomadas en cuenta: la lejanía, la precariedad en algunos lados, poco acceso a la cultura o a las artes… Te tienes que agrupar en piños y esos piños son los únicos que hay.
Yo he vivido en varias partes de Maipú y me gusta bastante, pero también pasa algo que hablo siempre con amigues de acá, y es que la distancia nos termina agotando, es latoso estar devolviéndose temprano del centro, por ejemplo.
De todas formas, Maipú me ha acogido bien, de hecho todos los talleres que he tomado han sido en Maipú, y el que yo dirigí también. Siento que es mejor trabajar en mis propios territorios por el mismo tema de las distancias.
¿Cuál fue la dinámica de este taller de literatura que impartiste en la Biblioteca Municipal?
Fue un taller literario de Teoría Queer durante el segundo semestre del 2022. Ahí abordamos distintos temas. Lo que hice fue llevar a discusión qué consideras tú que es la Teoría Queer, reflexionar sobre por qué un boom actual de esto, hablamos de personajes, de la caracterización… Empezamos por la época Clásica y llegamos a época Contemporánea, mostré autores y también elementos audiovisuales.
Me quedé con un balance bastante positivo para haber sido mi primer taller, además igual el haber estudiado pedagogía me daba ciertas luces de cómo organizar todo.
Lo otro interesante fue que había harta diversidad etaria en la asistencia, personas de 20 años, una señora de 83, entonces se diversificó bastante lo que iba pasado.
¿Siempre tuviste la intención de realizar talleres con la Municipalidad?
Con las administraciones anteriores no, porque era más chico y también estaba muy enfocado en la universidad, entonces dejé varias cosas de lado. Después me fui acostumbrando al ritmo y a la carga, entonces pude equilibrarlo mejor.
Además, sentía que los valores de administraciones anteriores no me representaban mucho y ellos se enfocaban en los adultos, entonces no me llamaba la atención ni lo veía accesible. Ahora eso ha cambiado.
Si alguien leyera tus escritos, ¿con qué de encuentra?
Bueno depende, pero ahora estoy trabajando en un poemario y estoy buscando editor, pero casi todos mis escritos ahí tienen que ver un poco con la típica experiencia de adulto joven, descubriéndose, con la vida adulta, lo relacional, me gusta que cuando alguien lea mi texto pueda, de verdad, tomarlo y hacerlo suyo, eso me falta pero lo estoy trabajando.
¿Qué desafíos te has encontrado en el camino en el mundo literario siendo trans no binario?
No he tenido desafíos relacionales a grandes rasgos… Pero quizás en el ámbito de la educación es un poco más complejo. De hecho aún no hago el cambio legal de cédula porque a nivel de profesor pasa que en muchos colegios hay un prejuicio, cosa que aún no me ha pasado pero sé que existe entonces tomo la precaución.
En ese sentido me gustaría hacerme presente en temas municipales pero no necesariamente desde la cultura, sino desde la educación, porque hay poca representación de profesores trans no binarios, entonces siento que ahí hay un área que hay que trabajar.
¿Qué próximos planes tienes?
El taller que hice en la Municipalidad va a continuar este semestre. Se supone que parte en abril y me gustaría hacerlo más largo… Quiero que en este taller hagamos un fanzine y dejar una copia en la Biblioteca Municipal.
También algo con mis amigues, que siempre me están alentando, pero además nos nutrimos entre nosotros… Me junto con hartas personas que hacen arte o música, es una forma muy constante y natural el retroalimentarnos. Por ejemplo, un amigo me pidió ponerle letra a una canción que está haciendo.
¿Qué mensaje te gustaría dejarle a la comunidad maipucina que nos lee?
A las generaciones más jóvenes… pasa mucho que les da vergüenza mostrar lo que escriben, atrévanse. Quizás no se sepa, pero un proceso de escribir es que lo que tú escribes, lo sueltas y ya no es tuyo… Queda a libre interpretación de las personas
No hay que tenerle miedo, escribir es un acto super humano y es importante intentarlo, muchas personas se quedan sin hacer nada por miedo o vergüenza y se pierden la oportunidad de ganar un espacio importante.
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